˘Una
diminuta bellota, cuya forma recuerda a la de un huevito con boina, cae al
suelo. Una inquieta ardilla la entierra y luego la olvida. Con el tiempo, la
bellota germina y se convierte en un majestuoso roble, el más imponente de los
árboles autóctonos de Gran Bretaña.
El
roble— famoso en la historia y en las leyendas— puede vivir más de mil años y
alcanzar los 40metros (130pies) de altura. Los robles centenarios destacan por
sus enormes troncos y frondosas copas. Aunque Gran Bretaña solo cuenta con dos
especies autóctonas, existen unas cuatrocientas cincuenta variedades en el
mundo. Todas tienen en común su semilla: la diminuta bellota.
Ningún
otro árbol de ese país alberga mayor variedad de fauna, que incluye gran
cantidad de especies de insectos. A muchas orugas les encanta darse un festín
con sus tiernas hojas de verano. Pero él sabe defenderse, pues cuando sus hojas
maduran generan taninos poco apetitosos.
Multitud
de habitantes pueblan cada uno de sus rincones. La diversidad de insectos atrae
a innumerables pájaros y arañas. Los escarabajos se llevan todo lo que
encuentran bajo la gruesa y agrietada corteza. En el interior de los troncos
huecos se hospedan búhos y colonias de murciélagos. Y entre las raíces buscan
refugio animales pequeños como ratones, topillos, conejos, tejones y zorros.
El roble tiene su propio sistema de
eliminación de residuos. Cada ejemplar se deshace todos los años de un cuarto
de millón de hojas. Hongos y bacterias las descomponen y reciclan sus
nutrientes para que el suelo los absorba. Hay años en que un solo árbol produce
hasta cincuenta mil bellotas, víveres que en su mayoría almacenan o devoran
pájaros y otros animales. Los escarabajos y los ácaros dan cuenta de las ramas
secas y dejan la corteza para los hongos.
La
madera de roble es excepcionalmente fuerte y duradera. Sirvió para la
construcción de una flota de sólidos barcos que contribuyó a la dominación
marítima de la armada británica durante muchos años. Hasta el día de hoy, esta
madera sigue siendo muy apreciada. Ha sido por mucho tiempo una de las
preferidas para construir casas y hacer muebles de calidad. Además, resulta
ideal para fabricar toneles destinados al añejamiento de vinos y cervezas.
Este árbol, elemento esencial del paisaje
británico, goza de justa admiración por su fuerza, permanente utilidad y
resistencia. Que una bellota diminuta se convierta en un majestuoso roble es
otra maravilla de la creación.
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