¿DE
QUIÉN hablamos? Del jaguar, el felino más grande de América. ¿Y donde lo
podemos encontrar? En selvas tropicales, pantanos, zonas de monte bajo y
desiertos del centro y sur del continente americano. A diferencia de la mayoría
de los felinos, se siente tan a gusto en el agua como en la tierra o en los
árboles.
Si pudiéramos observar de cerca a un macho
adulto, veríamos un animal de hasta dos metros (seis pies) de largo, sin
incluir la cola, y unos 120 kilos (260 libras) de peso. El jaguar es de hábitos
solitarios y solo se junta con otros de su especie para el apareamiento. Los
machos están listos entre los tres y cuatro años de edad, mientras que las
hembras pueden tener su primera camada a los dos años. Por lo general, paren
dos cachorros tras una gestación de entre tres y cuatro meses. En cautividad,
el jaguar puede llegar a vivir más de veinte años.
Con relación al comportamiento esquivo y
misterioso de estos grandes felinos, un biólogo señaló: “Es muy difícil
encontrar un jaguar. Podrías estar de pie a su lado [...] y ni siquiera verlo”.
Su pelaje leonado, salpicado de rosetas negras con manchitas en su interior, lo
ayuda a ocultarse y desaparecer en las sombras sin ser visto.
Un cazador solitario y silencioso
El
jaguar es un cazador experto que se alimenta de unas ochenta y cinco especies
de animales, entre los que se cuentan tapires, ciervos y monos. Como es tan
buen nadador, también captura peces y tortugas con facilidad. En cierta
ocasión, unos observadores vieron cómo un jaguar mataba a un caballo adulto, lo
arrastraba unos 80 metros (250pies) por terreno seco y luego cruzaba un río sin
soltarlo.
Este inteligente felino suele acechar a sus
presas encaramado silenciosamente en lo alto de un árbol. Cuando una manada de
desprevenidos pecaríes —animales rápidos, parecidos a los cerdos— pasa bajo el
árbol, el jaguar se abalanza sobre ellos. Con una poderosa dentellada mata a un
pecarí y de un salto vuelve a subir al árbol. Allí espera a que termine de
pasar la manada, y entonces recupera su presa.
Ahora
bien, el jaguar es el único de los grandes felinos que no suele atacar a los
seres humanos, y nunca se le ha considerado devorador de hombres. En realidad,
son estos quienes representan una amenaza para el jaguar.
¿Por
qué quedan tan pocos?
En
un tiempo, el jaguar habitaba el territorio que se extiende desde el sur de
Estados Unidos hasta cerca del extremo sur de América. Hoy día ha desaparecido
de casi la mitad de los lugares que ocupaba un siglo atrás. Hasta mediados de
la década de 1970, los cazadores mataban miles de jaguares todos los años por
su piel; de hecho, tan solo en 1968 se exportaron más de trece mil quinientas
pieles. Se calcula que en 2002 había menos de cincuenta mil ejemplares. En la
actualidad, sin contar los que viven en zoológicos, solo quedan unos quince
mil. Un estudio realizado por la Wild life Conservation Society revela que la
deforestación ha eliminado casi el cuarenta por ciento del hábitat tradicional
del jaguar. Según informes, tan solo en México desaparece cada minuto el equivalente
a un campo de fútbol. Esto obliga al jaguar a alimentarse de ganado para
sobrevivir.
Esfuerzos de conservación
Cerca
de doscientos países apoyan la Convención sobre el Comercio Internacional de
Especies Amenazadas, que considera ilegal cazar jaguares con propósitos
comerciales. Para proteger su entorno natural, se han creado reservas en los
parques nacionales. En 1986, el Santuario de Vida Silvestre de la Cuenca de
Cockscomb, en Belice, se convirtió en la primera reserva de jaguares del mundo.
Además, México ha dedicado a su protección 150.000 hectáreas (370.000 acres) de
selva tropical de la Reserva de la Biosfera Calakmul, en la península de
Yucatán.
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